Instalaciones de bombeo solar
El bombeo solar se está convirtiendo, cada vez más, en la alternativa perfecta al uso de generadores eléctricos basados en combustibles fósiles para explotaciones agrícolas y ganaderas de todo tipo. Detrás de este cambio de mentalidad se encuentra, sin duda, la continua subida del precio de la electricidad, más concienciación de la necesidad de luchar contra el Cambio Climático y las propias características del bombeo solar, entre ellas: ahorro, eficiencia, manejabilidad o nulo mantenimiento, por no hablar de la posibilidad de regar nuestros campos y dar de beber a nuestro ganado generando cero emisiones contaminantes. En este artículo te ayudamos a entender el concepto de bombeo solar mediante una serie de preguntas fundamentales a las que damos respuesta.
¿Qué diferencia el bombeo solar del convencional?
En términos de funcionamiento, el bombeo solar no se diferencia mucho de un bombeo convencional. Ambos sistemas están ideados para extraer agua -normalmente desde un pozo- a través de una bomba hidráulica. El agua luego puede distribuirse para diversos usos: riego, abrevaderos para ganado, agua potable, etc. La diferencia esencial entre ambas modalidades es la fuente de energía que se utiliza para hacer funcionar la bomba. Así, el bombeo tradicional utiliza la red eléctrica o un generador de diésel o gasolina si la localización no cuenta con acceso a la red. En el caso del bombeo solar, la fuente de energía es una instalación de paneles solares.
¿De qué elementos se compone una instalación de bombeo solar?
En los últimos años, las soluciones de bombeo solar han evolucionado bastante, incorporando nuevos componentes: sensores de pozo seco, sensores de control de estanque, de radiación, control horario de los sistemas, funciones remotas… La configuración de la instalación dependerá siempre de factores muy variados, desde la profundidad a la que se encuentra el agua que se quiere extraer a la pureza de la misma, la distancia que la separa del depósito de almacenamiento, la presión que se necesita según el sistema de distribución establecido (riego por goteo, aspersión, almacenamiento…) etc. Ahora bien, hay un número de elementos básicos que no pueden faltar:
- Una instalación de placas solares como fuente de alimentación eléctrica. Si está bien dimensionada, la instalación puede cubrir las necesidades de electricidad de cualquier instalación de bombeo.
- Una bomba solar, que puede ser tanto de corriente continua como de alterna monofásica y trifásica. Si se va a utilizar en explotaciones agrarias o ganaderas, suele haber dos tipos: sumergibles y de superficie.
Una de estas dos alternativas:
- Si el usuario opta por una bomba solar como la descrita más arriba, hará falta un controlador que gestione la energía que captan los paneles, optimice el rendimiento de la instalación (incluso en periodos de menor producción como, por ejemplo, en días nublados) y garantice la seguridad de todo el sistema.
- Si el usuario ya cuenta con una bomba convencional (no solar) y lo que quiere es alimentarla con una instalación de paneles solares, en lugar de un controlador, será necesario un variador de frecuencia que, por un lado, baje el pico de arranque de la bomba convencional y, por otro, convierta la energía de los paneles en energía “usable” para la misma. Merece la pena tener en cuenta que este tipo de sistemas con variador de frecuencia requieren, por lo general, mayor número de placas solares.
A estos elementos básicos luego pueden añadirse otros, como un sistema de monitorización. Estos suelen funcionar a través de apps para teléfonos móviles y permiten configurar la instalación, automatizar su funcionamiento, comprobar el rendimiento que se está logrando o estar informado ante cualquier incidencia técnica.